Hoy en día, vivimos una situación compleja que ha llevado a las empresas, al Gobierno y a los ciudadanos a una adaptación profunda y rápida en un contexto de alta incertidumbre como lo es el COVID-19. En este cambio profundo se han visto muchas innovaciones e implementaciones que son oportunidades para nuestro futuro y el lanzamiento de nuevos productos y/o servicios que crearán valor hacia el cliente, puntos de este cambio:






Tecnología como soporte y continuidad de diversos negocios. En estos últimos días, se implementaron soluciones de #homeoffice que permiten en este momento que las empresas sigan funcionando y herramientas de trabajo colaborativo como Slack o Microsoft Teams, que ayudan a la interacción entre diversas personas.






Este cambio que estamos viviendo socialmente, es similar al cambio que se debe generar de forma paulatina y profunda dentro de una organización. Sin embargo, ha sido complicado y sigue existiendo una brecha profunda y resistencia al cambio de muchos ciudadanos por diversas circunstancias, pero debemos aprender de esta situación para darnos cuenta del potencial que tenemos como país y de las innovaciones que se pueden realizar de la mano de la tecnología para generar valor compartido.






En este contexto de alta complejidad, el liderazgo de la mayoría de los empresarios y las acciones que tuvieron fueron rápidas y acertadas, pero como en todo cambio existen organizaciones que no reaccionaron de igual manera, generando ciertas complicaciones en un contexto de gran incertidumbre para la población peruana.






La empatía debe ser el pilar en este momento, cuando se realiza un cambio de esta naturaleza debemos ser solidarios con nuestros compatriotas y ayudarlos en este proceso de transición. De igual manera, cuando se realiza un cambio dentro de la organización debemos generar primero empatía y luego movilizar el cambio a lo largo de la organización, para esta labor podemos apoyarnos de los Early Adopters para promover este cambio y generar gran impacto positivo.






Una reflexión interesante que me ha dejado el COVID-19 es que el Big Data es el presente y el futuro para la toma de decisiones a través del procesamiento de grandes volúmenes de datos, donde podemos apreciar en tiempo real el avance de esta pandemia. Las organizaciones peruanas en general no suelen tener soluciones de Big Data para toma de decisiones, cuando lo que necesitan a todos los niveles son decisiones rápidas y precisas, no solo la intuición es parte fundamental de este proceso, los datos nos dan conocimiento y este conocimiento permite crear acciones e implementar nuevas soluciones innovadoras.













Les recomiendo que después de esta pandemia analicemos estas soluciones y nuevos modelos de negocio implementados para adaptarlo a nuestra propuesta de valor de nuestro negocio, respondamos estas preguntas ¿cómo podemos aprovechar este tipo de soluciones en nuestra organización? ¿cuál es el impacto en nuestros clientes? ¿qué necesidades principales y latentes tienen nuestros clientes? ¿la tecnología no es lo principal es un habilitador en el proceso?